Si mañana, la Casa Blanca es ocupada por Hillary, el país también ganará al convertirse Clinton en la primera presidenta mujer de los Estados Unidos.
Su mandato presidencial, será una transición, que pasará sin pena ni gloria hasta que llegue un probable presidente republicano en las próximas elecciones, obviamente más moderado y preparado que Donald Trump.
Además, si Clinton es elegida presidente, Estados Unidos ganará, porque el país necesita un “aterrizaje liviano” para poder comenzar un nuevo ciclo en la economía mundial, a partir del 2020.
Si gana Donald Trump, todos pierden.
El primero en perder es el mismo, ya que mostrará que esto fue solo “una estrategia de marketing sin contenido”, y para la cual, no estaba listo para asumir.
Por otra parte, para la candidata demócrata Hillary Clinton, esta campaña marcará el final en su carrera política, convirtiéndose en la eterna aspirante que nunca logró convencer que está suficientemente preparada para ocupar el cargo presidencial.
Si mañana gana Trump la contienda presidencial, quien pierde es Estados Unidos de Norte América, que entrará en una vorágine de cambios sociales, políticos y económicos, que no sabemos cómo y dónde terminará.
Nosotros, los hispanos y toda latinoamérica en su conjunto, seremos los más perjudicados, ya que sufriremos la volatilidad económica y la lenta recuperación de los mercados internacionales.
En cualquiera de los dos casos, desde hace mas de un mes, mi recomendación como analista económico y político era estar afuera del mercado, es decir estar líquidos.
Luego del 8 de noviembre, de acuerdo a quien gane, Clinton o Trump, mi recomendación será observar el mercado y salir a comprar activos americanos o quedarse con el dinero líquido, esperando mejores oportunidades de negocios, por lo menos hasta que cada uno marque su agenda.
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