En el país de las estadísticas, las cifras indican que éste es el segundo evento más costoso de la industria, sólo fue superado por el impacto económico que generó el huracán Katrina.
Prácticamente todas las líneas de seguros existentes en el momento se impactaron con el ataque terrorista del 11 de septiembre.
Estas compañías, tuvieron que pagar $43.000 millones de dólares (ajustados al 2013) en reclamaciones por seguros de vida, propiedad (residencial y comercial), de negocios incluyendo pérdidas por interrupción de negocios, aviación, responsabilidad civil y compensación laboral, según destaca un informe del Departamento del Tesoro de los EE.UU. (U.S. Treasury Department), publicado en junio de 2016. En 2001 se pagaron $32.500 millones de reclamaciones relacionadas con los eventos del 11 de septiembre.
¿Cómo cambió la industria de los seguros tras el Ataque Terrorista del 11 de septiembre?
InfoNegocios tuvo acceso al documento detallado por Loretta Worters, quien es Vicepresidente del Instituto de información sobre seguros que plantea la siguiente respuesta.
“Antes del 11 de septiembre, la mayoría de las pólizas de seguro comerciales de propiedad y accidentes (property/casualty o P/C) NO excluían de las coberturas las pérdidas resultantes por un ataque terrorista.
Después del ataque terrorista del 11 de septiembre, las aseguradoras empezaron a excluir los daños por ataques terroristas de los riesgos cubiertos bajo sus pólizas.
Para regresar la estabilidad al mercado de los seguros, el Congreso y el Ejecutivo del gobierno del Presidente Bush aprobaron la ley conocida como TRIA o traducida del inglés Ley de Seguros para los Riesgos de Terrorismo (Terrorism Risk Insurance Act, TRIA).
Bajo la ley de TRIA, las aseguradoras de propiedades comerciales y de negocios acordaron ofrecer seguro contra los riesgos de terrorismo a los clientes que desearan pagar separadamente por esa cobertura. Por su parte, el gobierno federal acordó que pagaría por las pérdidas que superaran el umbral de una cierta cantidad de dólares en daños.
La actual versión de la ley TRIA, que ahora se llama Renovación de la Ley de Programa de Seguros para Riesgos de Terrorismo (Terrorism Risk Insurance Program Reauthorization Act of 2015) o por sus siglas en inglés TRIPRA, expira el 31 de diciembre de 2020.
Hasta el momento, en los pasados 14 años que se creó una ley de seguros para actos de terrorismo, ningún evento calificado como ataque terrorista ha disparado la implementación de la ley (no se han alcanzado los umbrales de pérdida por terrorismo que obligan al gobierno federal a pagar por daños).
Para responder la primera pregunta, debe quedar claro que los ataques terroristas no han afectado la manera en que experimentamos y evaluamos el riesgo. Sin embargo, lo que las imágenes inolvidables de la televisión han conseguido es aumentar la conciencia de la posibilidad de ataques terroristas y la pesadilla de los potenciales resultados. Al mismo tiempo, nosotros, el público general, conocemos más sobre las maneras en las que las redes terroristas operan, los efectos del fundamentalismo religioso y el límite a los que los fanáticos están preparados para cumplir sus objetivos. Por ejemplo, aunque muchos occidentales conozcan los bombadeos suicidas, la idea de matarse por una causa religiosa no es parte de nuestra percepción del mundo” añadió Worters.
Desde el punto de vista del riesgo, lo que el 11 de septiembre ha marcado es el doble filo del conocimiento. Por un lado, si no conocemos ciertas posibilidades geográficas, por ejemplo, simplemente no podemos ver que estos acontecimientos sean riesgosos. Ahora bien, si sabemos que geográficamente estamos expuestos a una eventualidad climática (huracanes, tornados, sismos, etc.), ahí tenemos la posibilidad de conocer que existe un riesgo, y tomamos precauciones al respecto. Es por tal motivo, que la comunidad hispana se informe, acerca de los beneficios de vivir en un país, donde lo primordial es tener un buen seguro contra todo riesgo y esto se logra, con una buena asesoría.
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