Es decir, un país pensado por un “empresario” con ideas políticas y económicas de suma peligrosidad, o un país pensado como una “economía socialmente justa con igualdad y democracia”.
He aquí donde se abre el debate sobre las principales consecuencias, no sólo internas, del resultado de las políticas económicas y sociales aplicadas por uno u otro candidato a la presidencia.
Efecto Boomerang - México
Trump, por su parte, expresó su clara política, y la más polémica, de blindar las fronteras estadounidenses para “beneficiar” al pueblo norteamericano, sin darse cuenta que esta medida podría tener un efecto boomerang negativo en la economía de su país que tanto “quiere y protege”. Un claro ejemplo de estas medidas podría ser el impuesto a las importaciones de autos mexicanos. Cabe recordar que su medida de blindar EEUU es físicamente con un “muro” a ser pagado por México a través de un conjunto de tarifas a las importaciones de autos mexicanos. Sin embargo, estos autos son fabricados en México, pero una gran cantidad de insumos de origen norteamericano. Cumpliéndose esta acción, el empleo y la industria norteamericana comenzarían a evidenciar serias dificultades. Además, esto provocaría una reacción en cadena de todos los países que mantienen relaciones comerciales con Estados Unidos aumentando sus tarifas de importación por lo que dañaría aún más la economía estadounidense y beneficiaría a países como Japón y China, dentro de este análisis.
América Latina para Trump… América Latina para Hillary
Para el resto de América Latina el tema no tiene muchas diferencias en su estudio. La visión neo-conservadora de Trump alega que América Latina es una “fuente de amenazas y riesgos” para la seguridad de su país por los flujos migratorios que son de su cuestionamiento y que pueden tener consecuencias en lo económico y en lo social de su país.
Es más, no estaría América Latina ni en las retinas de Trump y se perderían los años de avance de América Latina como socio estratégico de Estados Unidos. Aquí radica una diferencia abismal en el discurso de Hillary en donde destaca a Latinoamérica como un socio para el comercio, la inversión, el desarrollo de energías y la lucha de los cárteles de la droga, destacando las principales fortalezas que tiene América Latina que son: la democracia, la innovación y la conciencia en torno a la desigualdad de ingresos.
En contraposición, y a grandes rasgos, las políticas económicas y sociales de Hillary Clinton “serían” una continuidad de la administración de Obama, a lo que ya se estuvo acostumbrado durante estos años. Poniendo principal avance en la profundidad de un sistema de educación de clase mundial y la disminución de la brecha de la desigualdad en Estados Unidos.
En síntesis y fuera de todo análisis técnico en lo político y económico, se necesita un líder experimentado que lleve a la acción propuestas sociales que conecten con la mayoría, sea dentro de sus fronteras o fuera de ellas, y no enfoques apartados de lo que la mayoría anhela. Se necesita un líder, que piense estratégicamente para su nación y los otros, para todos.
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