De la mano de cinco amigos y socios, este restaurante está ubicado en una vistosa esquina llena de arte. Sus paredes se encuentran rodeadas por murales se la artista Anabella Santangelo tanto en su exterior como en su interior; también viste el salón un gran vitreaux con la figura de Leo Messi realizado por Alexis Ojagnan; y más pinturas y collages con la figura de Picasso. Detrás de su barra se encuentra una imponente estructura-escultura inspirada en Casa Baltló. Las mesas en el interior son de madera y los sillones —de forma redonda en su respaldo— de pana bordeaux oscura, reflejando la intensidad de la ciudad de Barcelona. Además, cuentan con un deck en la vereda con más mesas y sillas de colores.
La carta propone un viaje de sabores hacia las tierras Catalanas, comenzando por los pintxos (pequeñas brochettes de tres unidades cada uno) ofrecen: Los Gilda, de boquerones, aceitunas rellenas, ají en vinagre y queso; los de langostinos y gambas, con langostinos al ajillo, huevo de codorniz, morrón y cebollita encurtida; y los de pulpo a la gallega, con papa a la española, pulpo y pepinillos.
Así mismo, en el menú figuran seis muntadets gegants (en pan de manteca tipo brioche), entre los que se encuentran el montadito de morcilla vasca, alioli de ají y salsa criolla; el montadito de rabas, con anillos de calamar frito con alioli de jengibre; y el montadito de pulpo español, con pulpo al escabeche servido con alioli de paprika ahumada.
Cabe destacar la sección de las Tapes (con pan tumaca). Algunas de ellas son las croquetas de asado del medio, rellenas de asado braseado por seis horas en caldo del cheff, queso sardo añejado y alioli de chipotle; la de jamón serrano; la de hongos rellenos con puré de papa al ajo negro y carne braseada; y los huevos rotos Barna style, papas crocantes con chistorra coronado con huevo poché. Tampoco faltan las gambas al ajillo, salteadas al ajo y pimentón español ahumado, ni la tortilla española con ensalada de hojas verdes, tomates cherry y alioli de ajo confitado.
Como principales se pueden elegir entre dos opciones bien abundantes y para compartir. Uno es la paella servida en una gran sartén negra de hierro y otro es un pulpo asado sobre un colchón cremoso de palta con papines a la criolla.
Para finalizar con algo dulce hay tres variantes de postres: el brownie casero de chocolate y nueces con crema fresca y frutos rojos; las peras al vino, que consisten en peras asadas al malbec con crema diplomata y crumble de almendras; y la famosa crema catalana, una crema clásica española con costra de caramelo.
Por su parte, la carta de cócteles fue realizada por Ricardo Salvador, actual head bartender de Rey Montagu, y ofrece algunas versiones diferentes de tintos de verano, cañas tiradas y aperitivos como vermú con sifón de soda. Todos vienen acompañados por una tapa gratis a elección. También se preparan cócteles especiales como el Sevilla, con vodka, almíbar de maracuyá, jugo de naranja exprimido y dash de cherry brady. Además cuentan con vinos de etiquetas bien originales que no suelen verse fácilmente, como La Azul (Malbec o Chardonnay), La Ambrosia (Luna llena blend Cabernet Franc & Malbec o Chardonnay) o los Paso a Paso (Orange Field Naranjo o Los Abandonados Semillon).
El hábito de irse de tapas es muy frecuente en España y ahora se podrá hacer en plena City Porteña. Y como si fuera poco, en Barna suelen hacer festejos temáticos y eventos con música en vivo, como por ejemplo el de la leyenda de Sant Jordi: según cuenta la leyenda, Sant Jordi salvó a su princesa matando al dragón de cuya sangre brotó un rosal. Es por eso que algunos la consideran el San Valentín Catalán y acostumbran regalarles a las mujeres una rosa en su día (23 de abril) como símbolo de su amor. Esta es una de las tradiciones más arraigadas en Cataluña y acá se revive.