InfoNegocios Miami (IN MIA): Bienvenida, Nadine. ¿Te gustaría empezar presentándote y contándonos cómo llegaste hasta aquí?
Nadine Zyman (NZ): Soy Nadine Zyman, nací en Venezuela y he vivido en Miami durante los últimos 8 años. Soy triatleta y entrenadora personal en esta ciudad. Mi pasión por ayudar a otros es lo que me impulsa en esta carrera. Durante la última década, he corrido maratones y competido en Ironman 70.3, y tengo más de 15 años de experiencia en entrenamiento en gimnasio. He tenido el privilegio de aprender de los mejores entrenadores en Venezuela, y actualmente entreno con uno de los mejores en Miami. Esta experiencia ha reforzado mi fascinación por el entrenamiento con pesas, que comenzó como una necesidad y se ha convertido en una verdadera afición que disfruto profundamente. Hoy, tengo el honor de compartir mi conocimiento y experiencia con las personas a las que entreno, ayudándolas a alcanzar sus objetivos y disfrutar del proceso.
Llegué a Miami porque mis padres ya vivían aquí. En ese momento, yo estaba recién casada y, dado que la situación en Venezuela era peligrosa, decidimos mudarnos.
IN MIA: ¿Cómo fue el camino para convertirte en atleta de alto rendimiento? ¿Qué desafíos tuviste que superar para lograrlo?
NZ: Mi relación con el deporte ha sido parte de mi vida desde siempre. Crecí jugando al tenis; era buena, pero no lo suficientemente talentosa como para ser profesional. A mis 18 años, mi mamá decidió correr una maratón. En esa época, ella trabajaba y entrenaba, lo que me motivó a comenzar a entrenar con ella para pasar más tiempo juntas. Para mi sorpresa, al unirme al grupo de corredores, me encantó el ambiente. Por recomendación de mi entrenador, empecé a correr medias maratones hasta que estuve lista para enfrentar una maratón completa.
En 2012 corrí mi primera maratón en Berlín, con un objetivo de 4 horas, y crucé la meta en 3:48. En 2016, me inscribí en el Ironman 70.3. En Venezuela, corría y nadaba, pero no montaba en bicicleta por motivos de seguridad.
Al mudarme a Miami, encontré mi bicicleta y un grupo de entrenamiento. Sin embargo, un mes antes de la carrera, el fisioterapeuta me informó que estaba embarazada, lo que me llevó a retirarme de la competición.
Cuando me convertí en madre, sentí que mis sueños deportivos se habían desvanecido. Influenciada por mi formación familiar y cultural, me dediqué al 100% a mi bebé. Me perdí en la maternidad y en las expectativas sociales. Después de un año, decidí reinscribirme y retomar mi entrenamiento. Con mi hija pequeña, a quien todavía amamantaba, logré completar mi primer Ironman 70.3, un evento que me tomó 6 horas.
Este logro fue significativo no solo por completar la carrera, sino también por superar varios desafíos: adaptarme a un nuevo país, haber tenido un bebé y alcanzar un sueño que anhelaba.
Tres años después, tuve otro hijo. Esta vez, la experiencia fue diferente; entrené durante el embarazo y completé tres medias maratones, siendo la última en Miami a las 35 semanas. Recuerdo que corrí hasta el último día antes de dar a luz. El desafío en este segundo embarazo fue no olvidarme de mí misma. A pesar de que llevaba un bebé en mi vientre, también soy mujer, y esa no es mi única labor. Aprendí a priorizarme y a ser feliz, lo que me permitió ser una mejor mamá, hermana e hija.
Un año después de tener a mi segundo hijo, completé la CIM, el maratón de California, en 3:18, lo que me clasificó para el maratón de Boston. Corrí Boston en 2022 y terminé en 3:15, mi mejor tiempo. Aunque clasifiqué nuevamente, no pude volver a competir por circunstancias personales. Ese mismo año, completé el Ironman 70.3 de Carolina del Norte, donde obtuve el primer lugar, con un tiempo de 4:53, lo que me clasificó para el mundial de Ironman 70.3 en Finlandia en 2023.
En los últimos cinco años, he competido en numerosas carreras, he ganado muchas de ellas, y he tenido el honor de clasificar a dos mundiales de Ironman. Ahora, me encuentro a solo dos meses de enfrentar mi primer Ironman de distancia completa.
Desde que me convertí en mamá de dos niños, mi vida ha dado un giro emocionante y enriquecedor. Antes de mi maternidad, era maratonista y mi sueño era competir en triatlones.
La maternidad fue un desafío porque me enfrento a la realidad de tener que decidir por mi, de amarme, de cuidarme, y comprender que eso lejos de convertirme en una madre menos presente, me convirtió en mi mejor versión.
IN MIA: ¿Qué te gustaría compartir con nuestros lectores acerca de tus proyectos actuales?
NZ: Además de que estoy pronta a correr mi primer full ironman, y estoy clasificada para el mundial de ironman 70.3 de 2025, sigo trabajando con mis clientes entrenandolos de acuerdo las necesidades que tengan.
Me gustaría recordarles que el trabajo de fortalecimiento muscular es fundamental para correr porque mejora la resistencia, estabilidad y eficiencia del cuerpo durante la carrera. Al fortalecer los músculos, tendones y ligamentos, se reduce el riesgo de lesiones y se mejora la capacidad del cuerpo para manejar las fuerzas generadas al correr. Además, un cuerpo más fuerte y equilibrado puede mantener una técnica de carrera adecuada, lo que contribuye a un rendimiento más eficiente y a una mejor economía de carrera.
En resumen, el fortalecimiento ayuda a mantener la integridad física, mejorar la técnica y optimizar el rendimiento general al correr.
Siempre, aunque sepas mucho, necesitas a alguien que esté viéndote y ayudándote. No es lo mismo entrenar solo, uno mismo puede cometer errores, ya sea por cansancio o distracciones, así sepas perfecto cómo entrenar tampoco te exiges igual, por eso, no duden en consultarme y así podemos trabajar en un plan que se adapte a sus necesidades, objetivos y circunstancias.
IN MIA: ¿Qué mensaje te gustaría dejarle a los lectores?
NZ: Mi viaje es un testimonio de la resiliencia y la determinación que me ha llevado a superar desafíos y alcanzar metas que alguna vez parecieron inalcanzables. La maternidad no solo ha transformado mi vida, sino que también ha encendido una nueva chispa en mi carrera deportiva, llevándome a alcanzar alturas que nunca imaginé.
Que mis hijos siempre fueron una fortaleza, y un motor. Que ser madre soltera con dos hijos no me detiene, el deporte me salvó de muchas cosas, y que lo hago también por el ejemplo, para que ellos sepan que los sueños se cumplan.
Viví una vida con un montón de NO PUEDES, y ese fue mi motor.
No dejen que las expectativas de otros los frenen o limiten, que se animen a usar esos desafíos para crecer y desarrollarse como personas y como profesionales también.
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