En una noche donde el Chase Stadium se transformó en un santuario del fútbol de élite, Lionel Messi demostró una vez más por qué su renovación hasta 2028 representa el activo más valioso del fútbol norteamericano. El Inter Miami CF destrozó 3-1 a Nashville SC en el partido de ida de la primera ronda de los Playoffs de la MLS, colocándose a 90 minutos de las semifinales de la Conferencia Este.
El rosarino, recién distinguido con la Bota de Oro de la MLS antes del encuentro, orquestó una exhibición futbolística que combinó precisión quirúrgica, visión panorámica y ese instinto goleador que lo ha convertido en leyenda viviente. Sus dos goles —uno de cabeza y otro aprovechando un error defensivo rival— junto con la anotación del cordobés Tadeo Allende, pintaron un cuadro dominante que deja al equipo de Javier Mascherano al borde de la gloria.
EL PRIMER GOLPE: CUANDO LA FÍSICA SE RINDE ANTE EL GENIO
El encuentro comenzó con un ritmo vertiginoso. Nashville, consciente de que enfrentaba al mejor jugador del planeta, intentó presionar alto y buscar el golpe temprano. A los 12 minutos, una distracción mayúscula de Noah Allen casi les cuesta caro a Las Garzas: Jacob Shaffelburg quedó mano a mano con Rocco Ríos Novo, pero el guardameta argentino —cada vez más consolidado como pieza fundamental— respondió con una atajada crucial que mantuvo el cero.
Golazo:
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Pero si algo caracteriza a este Inter Miami post-llegada de Messi es su capacidad de respuesta inmediata. Apenas siete minutos después, al minuto 19, el capitán argentino conectó un centro milimétrico de Luis Suárez con un cabezazo de "palomita" que dejó sin reacción al experimentado Joe Willis.
La jugada fue una sinfonía de precisión táctica: Messi inició la secuencia con un pase filtrado, el Pistolero uruguayo entendió el espacio y devolvió el balón al área con geometría perfecta, y Leo —desafiando sus 37 años y las leyes de la gravedad— se elevó para definir con la contundencia de un delantero centro nato.
DOMINIO TERRITORIAL Y OPORTUNIDADES DESPERDICIADAS
Con el marcador a favor, el conjunto dirigido por Mascherano —quien está demostrando credenciales cada vez más sólidas como estratega desde el banquillo— controló los tiempos del partido con una posesión del 61% en el primer tiempo. La presión alta organizada por el Jefecito neutralizó cualquier intento de Nashville por construir desde atrás.
Al minuto 30, una diagonal perfecta de Rodrigo De Paul —quien está teniendo su mejor momento en la MLS— encontró a Tadeo Allende en posición inmejorable. El cordobés intentó picar el balón sobre Willis, pero el guardameta visitante adivinó la intención y frustró lo que pudo ser el segundo tanto.
Momentos después, Messi ejecutó un tiro libre con velocidad sorpresiva que habilitó a Ian Fray, pero el jamaiquino, con todo el arco a su disposición, disparó desviado en una de las pocas oportunidades desperdiciadas por el local.
Luis Suárez, incansable a sus 38 años, tuvo su chance con un disparo rasante que Willis detuvo con una estirada
espectacular hacia su izquierda. El charrúa, quien suma 18 asistencias en la temporada regular, se está consolidando como el socio perfecto de Messi: un delantero que entiende cuándo ser protagonista y cuándo ser facilitador.
El primer tiempo culminó con Miami controlando los hilos del encuentro, pero con la sensación de que el 1-0 podría resultar insuficiente ante un Nashville que había mostrado destellos de peligrosidad en transiciones rápidas.
ALLENDE CERTIFICA LA SUPERIORIDAD EN EL COMPLEMENTO
El segundo tiempo comenzó con un guion táctico diferente. Nashville, obligado a arriesgar, adelantó líneas buscando el empate que mantuviera vivas sus aspiraciones. Gary Smith, su experimentado entrenador, modificó el esquema pasando a un 4-2-4 audaz pero vulnerable en las espaldas.
Mascherano, leyendo el partido con la inteligencia que lo caracterizó como futbolista, ajustó posiciones: De Paul retrocedió unos metros para asociarse más con Sergio Busquets en la construcción, mientras que los laterales Jordi Alba y DeAndre Yedlin se proyectaban con mayor libertad para explotar los espacios que Nashville dejaba en las bandas.
Goooool:
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La recompensa llegó al minuto 62 en una jugada de manual: Ian Fray, posicionado como extremo por derecha, recibió un pase filtrado, levantó la cabeza y centró con precisión matemática hacia el segundo palo. Allí apareció Tadeo Allende —quien está viviendo la mejor temporada de su carrera con 16 goles— para conectar un cabezazo inapelable que venció la resistencia de Willis.
El 2-0 no fue casualidad; fue la consecuencia lógica de 62 minutos de superioridad táctica y técnica.
El cordobés, que llegó a Miami procedente de Colo-Colo a principios de 2024, se ha transformado en una de las revelaciones de la temporada. Su capacidad para aparecer en el área rival, combinada con un timing excepcional en los desmarques, lo convierte en la tercera punta ofensiva perfecta para un equipo que cuenta con Messi y Suárez como referentes.
Apenas cuatro minutos después, Allende estuvo cerca de firmar su doblete personal cuando De Paul lo habilitó nuevamente con un pase en profundidad, pero esta vez su remate de cabeza se fue ligeramente desviado. El Chase Stadium rugía con cada aproximación de Las Garzas, consciente de que estaban presenciando fútbol de altísima calidad.
MESSI SELLA EL TRIUNFO CON OPORTUNISMO QUIRÚRGICO
En el minuto 90+3, cuando Nashville se había lanzado desesperadamente al ataque dejando espacios monumentales en defensa, Messi demostró que la clase no tiene fecha de vencimiento. Un error en la salida entre el arquero Willis y el defensor central Walker Zimmerman dejó el balón suelto en zona comprometida.
El argentino, con ese sentido arácnido para detectar errores rivales que lo ha acompañado durante dos décadas de carrera profesional, interceptó el balón, controló con su zurda mágica y definió con frialdad absoluta ante el arco vacío. Su gol número 73 con la camiseta del Inter Miami, su doblete número 15 en la MLS, su partido número 83 vistiendo de rosa.
El Chase Stadium estalló. Los 21,850 espectadores presentes —récord de asistencia para un partido de playoffs en la historia del club— celebraban no solo tres goles, sino la certeza de estar ante un equipo que aspira a títulos mayores.
Tricota:
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El descuento de Hany Mukhtar mediante tiro libre al minuto 90+5 —el alemán aprovechó una distracción en la barrera para batir a Ríos Novo— fue apenas unmaquillaje estadístico que no empañó la contundencia demostrada por Las Garzas durante 95 minutos de fútbol dominante.
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