Aumento de precios
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La gasolina regular sufrirá un aumento de más del 400%, elevando el costo de 25 pesos (CUP) actuales a 132 pesos (CUP). Esto significa que llenar un tanque de 40 litros requerirá un desembolso de 5,280 pesos (CUP), una suma considerablemente superior al salario promedio estatal.
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Las subidas en las tarifas del agua y la electricidad también entrarán en vigor, aunque el aumento del transporte interprovincial y el precio de la balita de gas licuado han sido pospuestos temporalmente.
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El incremento de los precios minoristas del combustible refleja la necesidad del régimen de cubrir los costos reales de adquisición en el exterior, evitando así los subsidios estatales que han generado presión sobre el Presupuesto del Estado.
Impacto en la población
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La medida ha generado preocupación debido al impacto inflacionario que conlleva.
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Aunque el gobierno ha anunciado planes para ayudar a los colectivos vulnerables, no se han especificado públicamente los grupos de población que se beneficiarán ni la forma en que recibirán ayuda.
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La crisis crónica de combustibles en Cuba se ha agravado en los últimos años, exacerbada por el incumplimiento de compromisos de los países proveedores de crudo y una situación energética compleja a nivel internacional.
Contexto económico
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Cuba enfrenta una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de entre el 1 y el 2%, lo que la sitúa por debajo del nivel de 2019. Además, el déficit público se estima en un abultado 18.5% este año, marcando el quinto año consecutivo de cifras rojas.
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Las dificultades económicas se han agravado debido a la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y decisiones políticas internas en materia económica, comercial y monetaria.
Perspectivas futuras
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El régimen cubano ha presentado un plan de ajuste que busca corregir distorsiones económicas y establecer un sistema de ayudas focalizadas para personas necesitadas.
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Sin embargo, las medidas de ajuste han generado controversia y malestar entre la población, reflejando la difícil situación económica que atraviesa el país.
La situación económica y social en Cuba sigue siendo delicada, y las medidas de ajuste planteadas por el gobierno enfrentan desafíos significativos en un contexto de crisis y malestar generalizado.
Crisis económica en Cuba, un círculo descendente que empieza a no tener más escapatoria.
¿Es la hora que América toda acepte que el modelo comunista de Cuba, o sus similares como Venezuela son totalmente inviables en todo sentido?
La economía cubana se encuentra en su mayor momento crítico, con una crisis prolongada exacerbada por una serie de factores internos y externos, pero marcadamente y de manera explícita por los propios. En este dossier, analizaremos las medidas de ajuste implementadas por el régimen cubano, sus implicaciones y los desafíos que enfrenta en el panorama económico actual.
Análisis de la situación:
La reciente decisión del gobierno cubano de aumentar los precios del combustible, agua y electricidad es una respuesta directa a la necesidad de cubrir los costos reales de adquisición y reducir el abultado déficit público. Sin embargo, este movimiento ha generado preocupación y malestar entre la población, que enfrenta una situación económica ya precaria.
Implicaciones económicas:
El aumento de precios tiene un impacto inflacionario significativo y plantea desafíos para la estabilidad económica del país. La contracción del Producto Interno Bruto (PIB) y el déficit público persistente reflejan la profundidad de la crisis, agravada por la pandemia, sanciones internacionales y dificultades en el suministro de combustibles.
Desafíos ante la negación de la necesidad de cambiar drásticamente de ideología y de economía de Estado:
El régimen cubano enfrenta el desafío de implementar medidas de ajuste mientras mitiga el malestar social y protege a los sectores más vulnerables de la población. La transición hacia un sistema de ayudas focalizadas y la búsqueda de soluciones a largo plazo son cruciales para la estabilidad económica y social del país.
La crisis económica en Cuba representa un desafío multifacético que requiere respuestas sólidas y estrategias innovadoras. El gobierno cubano debe trabajar en colaboración con actores internacionales y adoptar medidas efectivas para abordar las raíces estructurales de la crisis y fomentar un crecimiento económico sostenible.