Esta investigación tiene quizás muchas aristas que pueden replicarse en muchos países de latinoamérica.
Argentina fue a finales de 1880 y hasta 1920 uno de los primeros Pib (PIB) del mundo, comenzó a ser la tierra soñada de migrantes europeos y asiáticos, al igual que USA, pero además había logrado los mejores indicadores de distribución de riqueza, educación, tecnología, urbanización, institucionalidad. ¿Qué pasó en estos 100 años que Argentina no deja de caer en muchos de sus indicadores?
¿Qué opinaron los 192 encuestados?
El factor que más influye en los problemas de Argentina son (las diez palabras/conceptos que más repiten los encuestados):
1 La auto negación, autoengaño o tergiversación.
2 El fanatismo político.
3 La ideología (extrema).
4 El Estado sobredimensionado/estatismo (en lugar de Estadismo).
5 La militancia.
6 La corrupción (Sistémica)
7 El poder político (Sistema).
8 El populismo.
9 La concentración de poder.
10 Los impuestos (excesivos).
Si uno analiza estas 10 palabras/frases, muchos conceptos están relacionados, reiterados y podrían simplificarse. Evidentemente el fanatismo ideológico y un estado sobredimensionado que sofoca a las empresas y a ciudadanos, y que ejerce una política populista, son los factores que originan una sociedad caótica, según la mirada de quienes deciden emigrar del país. El gran problema es que otra parte de la sociedad lee estos pensamientos de compatriotas que migran y están en totalmente en contra de éstas muy claras definiciones, definiciones que por cierto son parte de un diagnóstico muy similar al que hace todo el resto de las naciones que están dentro de las democracias con alta calidad de vida.
Los mayores responsables de que Argentina esté así, para los migrante argentinos entrevistados, son:
1 El mismo estado sobredimensionado.
2 Los partidos políticos y la política partidaria anticuada.
3 El sistema político (proveedores del estado, muchos empleados públicos, políticos).
4 El populismo.
5 La cultura (del pueblo), la falta de unión y consenso para cambiar.
6 La izquierda argentina, que es muy particular, y está inserta dentro de los dos partidos más populares, -el peronismo, el radicalismo-, además de sus expresiones en partidos propiamente de izquierda, movimientos populares, gremios-sindicatos.
7 Los que viven del estado (inoperancia, ineficacia y corrupción del Estado).
8 Todos, el país se ha acostumbrado a no cambiar.
9 Los beneficiarios del estado (planes sociales, proveedores, exceso de empleados públicos, políticos).
10 El Peronismo y el Radicalismo.
Finalmente le preguntamos qué debería hacer el país para ser nuevamente una potencia, y nos respondieron:
1 Cambiar su cultura de estado y de sistema político.
2 Respetar la división y autonomía de los poderes del estado/instituciones/ (estados) provincias (republicanismo/federalismo).
3 Dejar de lado toda ideología fanática política.
3 Disminuir el gasto y la estructura política.
3 Dejar de insistir en imponer ideologías sin coherencia en la economía.
4 Bajar drásticamente los impuestos.
5 Actualizar las leyes laborales.
6 Dar garantías y seguridad jurídica a la inversión, al capital y a los individuos.
7 Normalizar el poder de los gremios.
8 Reordenar la salud y educación pública en un sistema mixto.
8 Reordenar todo el sistema de obra pública y de proveedores en un sistema público/privado.
8 Cambiar el sistema del Banco Central/Casa de la Moneda.
9 Bajar totalmente el gasto de la política.
9 Cambiar planes sociales por sistemas de trabajo público-privados.
10 Dejar la ideología militante en la política de estado y en la economía.
Si uno escucha el gran dolor de las familias argentinas que emigran, sienten que el “fantasma” que los hace emigrar es algo escondido.
En Argentina no hay una guerra, hoy, no hay un terrorismo de estado o un terrorismo de guerrilla, como lo hubo hace tiempo; no hay un conflicto armado entre naciones, no ha llegado masivamente a niveles de pobreza extremos como en Venezuela o Cuba; si bien hay mucha pobreza, lamentablemente, la gente no huye en masas y cruza selvas o se embarca en precarios navios como lo hace en los dos países mencionados. O sea, en Argentina, no hay frontales abusos de la Libertad, no hay persecuciones declaradas sobre ideas políticas, tampoco hay o hubo grandes catástrofes climáticas, sequías irreparables. Argentina es un país rico, bello, lleno de talento, lleno de oportunidades, sin embargo el problema o los problemas están presentes en cada metro de su día a día, en cada acción, en cada chat, en cada compra, en cada trámite, en cada emprendimiento, en cada discusión de café.
Argentina es un país cómodamente adormecido, es un país en un caos disimulado, es un país donde la ideología invade todo, pero no se la reconoce. Es un país que supuestamente está dividido, pero tampoco se declara una división real y cabal, ya que en un mismo partido hay dos o tres grandes corrientes de pensamientos muy antagónicos, que muchas veces se unen para llegar al poder.
Por eso es tan duro tomar la decisión de irse y por eso es tan duro que la sociedad argentina no se de cuenta que ya posiblemente hay más de 2 millones de compatriotas emigrados a causa de una ceguera ante la injusticia, un autoengaño a muchas atrocidades provocadas por inseguridad, robos, injusticias del mismo estado, corrupción del estado, fanatismo político, excesos gremiales y un estado que oprime impositivamente a los individuos y a las empresas o emprendedores.
Argentina, una de las 6 extensiones más grandes del mundo, ¿podrá darse cuenta de que su principal problema es ella misma? ¿podrá aceptarlo y cambiar? ¿podrá lograr un consenso y volver a actualizar ideas, en lugar de ideologías y generar acciones innovadoras, en “lugar de militancias”, como sí lo pudo hacer con excelentes resultados para toda la nación entre 1880 y 1920? El mundo y sus dos millones de migrantes argentinos, así lo esperan.