El gigante del entretenimiento quiere que un tribunal anule los esfuerzos del estado para ejercer control sobre Walt Disney World en Orlando. La demanda se presentó minutos después de que un consejo de supervisión designado por DeSantis votará para rescindir los acuerdos firmados en febrero que permitieron a la compañía expandir el parque temático y mantener el control sobre la tierra cercana.
Disney calificó la acción del gobierno estatal como "manifiestamente represiva, manifiestamente anti negocios y manifiestamente inconstitucional".
Añadió: "A instancias del gobernador, el consejo de supervisión del estado ha buscado 'rescindir' contratos de desarrollo notificados públicamente y debidamente acordados, que sentaron las bases para miles de millones de dólares de inversión de Disney y miles de empleos.
"El gobernador y sus aliados han dejado claro que no les importa y no se detendrán".
La demanda es una escalada dramática de una batalla de un año entre DeSantis y uno de los mayores empleadores de su estado.
El año pasado, DeSantis se opuso a los poderes autónomos que Disney había mantenido durante mucho tiempo después de que se opusiera a sus leyes "no-gay", que tratan sobre la enseñanza de cuestiones de género y LGBTQ+ en las escuelas de Florida.
En respuesta, Disney, que históricamente había nombrado miembros para su consejo de supervisión, estableció convenios para evitar que esos poderes cayeran en manos del consejo designado por DeSantis.
Justo antes de que los aliados del gobernador tomaran el control, el consejo de Disney otorgó a la compañía el poder sobre el desarrollo futuro en la zona, que cubre 27.000 acres, en perpetuidad, anulando cualquier poder que puedan tomar los aliados de DeSantis.
DeSantis dijo que contraatacara, bromeando con los reporteros sobre la posibilidad de construir una nueva prisión estatal cerca del Parque Disney World.
En su demanda, Disney describió su "impacto inmensurable en Florida y su economía, estableciendo el centro de Florida como un destino turístico de clase mundial y atrayendo a decenas de millones de visitantes al estado cada año".
La compañía emplea al menos a 75.000 personas en el parque y recibe 50 millones de visitantes anualmente.
Más allá de todo resultado legal, es claro que la opinión pública no está muy de acuerdo con este conflicto, y de alguna manera Disney está generando un drama exagerado y una tergiversación, sobre algo que la mayoría de las empresas han aceptado. Un acuerdo sobre este tema es perfectamente natural en una coherencia de armonía de lo estatal y lo privado.
Claramente nadie quiere en una Florida hiper pujante, un conflicto de esta naturaleza, y esto atañe a ambas partes, por lo que lo más lógico y racional, sería un total acuerdo y que ambos cedan algunas posturas, pero por sobre todo, que no se utilice conceptos ideológicos sino valores como la libertad y el respeto para negociar los acuerdos.