En medio de un mundo dinámico, agitado y que marcha a un ritmo acelerado, la vida más lenta y con deseo de apreciación del tiempo genera una filosofía que impacta a los mercados, las industrias, los negocios, las dinámicas sociales, las relaciones personales y la cultura del consumo globalmente.
En el website Cittaslow se pueden visualizar todas las ciudades alrededor del mundo que han optado por inscribirse como espacios que promueven el slow living: INTERNATIONAL NETWORK OF CITIES WHERE LIVING IS GOOD, es decir, una red internacional de ciudades donde vivir es bueno. Desde Busan a Taipei, Barcelona y Bruselas, la red incluye el desarrollo urbano teniendo en cuenta el estilo slow de la vida comunitaria.
En definitiva, el slow living es un balance entre las fluctuaciones de la vida convencional y el mundo moderno, la nostalgia y los avances tecnológicos, el equilibrio de la razón y las emociones. Todo esto expresado en costumbres de disfrute de la buena comida, los productos naturales y orgánicos, el trabajo a un ritmo desacelerado, entornos conectados con la naturaleza, la moda sostenible, el respeto por las artesanías y las costumbres originales. A esto se le suman las experiencias slow: viajes, celebraciones, ejercicio físico, mindfulness, aprendizaje continuo, entretenimiento. En definitiva, la influencia de la filosofía en las propuestas de consumo interfieren en un nicho que está esperando ser seducido sin presión y enfatizando en el aprecio de las cosas físicas y espirituales.
Nacen así negocios relacionados a la homeopatía, vacaciones de conexión con uno mismo, hoteles relax y detox, aventuras campestres, supermercados completos de productos orgánicos, reciclaje de materiales, jardinería y creación de huertas, manualidades y cocina, compañía de música ambiente, websites con slow content, capacitaciones y cursos.
En un artículo de Think with Google, se analiza la tendencia acelerada del slow living, confirmando:
“La tendencia “slow living” ha estado creciendo exponencialmente en YouTube y está estrechamente asociado con temas populares de vida sencilla y minimalismo. Nuestros equipos profundizaron en los hábitos de visualización y encontraron un sorprendente aumento de 4 veces en las vistas de videos con "slow living" en el título en 2020 en comparación con 2019. Los datos indican que muchos de nosotros nos hemos inspirado para adoptar pasatiempos y explorar intereses que anteriormente consideramos consumen demasiado tiempo”.
Sosteniendo esta declaración de tendencia global, el artículo también reflexiona sobre el impacto sobre las marcas, la publicidad y el mercado:
“En el nivel más básico, las marcas asociadas con pasatiempos relacionados, como la jardinería y la cocina, pueden aprovechar la tendencia de slow life al ajustar sus planes creativos para conectarse con los consumidores que desean este contenido. Alternativamente, la publicidad contra el contenido de slow life puede funcionar en todas las categorías de productos. Pero la mayor lección para las marcas proviene de reconocer y comprender que ha habido un cambio en el comportamiento, y esto refleja los nuevos deseos y necesidades de los consumidores. Esta tendencia de slow life proporciona información sobre el estado de ánimo de los consumidores en este momento. Esto puede ayudar a los especialistas en marketing a comprender qué tan receptivos son sus audiencias clave a los nuevos mensajes y ser más estratégicos para alcanzar sus objetivos. Las marcas pueden usar esta información para calibrar sus planes creativos y de medios en consecuencia”.
Si has llegado hasta aquí en tu lectura, seguramente, te has tomado un tiempo para reflexionar sobre tu propia cotidianidad y elección de modo de vida. Preguntarse a uno mismo qué decisiones tomar y a qué ritmo vivir, también es enriquecedor, la decisión es tan individual y respetable como cualquier otra. El slow living, ante todo, te pide que te detengas en detalles, aprecies el presente, conectes con la naturaleza, seas prudente en el consumo, utilices el silencio y la desconexión, elijas salud y bienestar en todo ámbito de la vida.
La macro tendencia mundial que está revolucionando el mundo del marketing y de las marcas: Slow Living (una nueva forma de vida)
(Por Agustina Pessio / desde Italia) Vivir con propósito, aminorar la marcha cotidiana, elegir con prudencia, evitar el caos y la prisa, disfrutar el presente y gestionar los sentidos. El Slow Living no es solo una tendencia, es un modo de vida impuesto por la propia naturaleza de la historia del mundo, la actualidad emergente y las búsquedas internas del ser humano del Siglo XXI. Vivir despacio se vincula con un estilo integral en el que la palabra slow es seguida por diferentes palabras: travel, food, fashion, money, life y otros.