En Social Media encontramos este fenómeno en las celebrities o en los influencers estrellas que muestran en sus cuentas de Instagram, Twitter o Facebook fotografías o videos con determinados productos (el snackable content). Sin embargo, en este caso, la publicidad es mucho más notable, no está tan integrada en la vida cotidiana y se ponen mucho más de manifiesto los acuerdos económicos con las marcas.
Un gran error es cuando la impronta del influencer está por encima del discurso del producto y no hay conexión. Esto normalmente sucede cuando el influencer guiona, piensa y mete el producto desde su éxito y no desde la coherencia lógica del emplazamiento de la marca en su vida.
El éxito de este mal llamado Product Placement se produce gracias a que se trata de una publicidad muy inconsciente, forzada, por lo que algo está fallando en el caso del Social Media o en El snackable contents al encontrar constantemente menciones a las marcas y al poner tan de manifiesto los acuerdos económicos que existen en este tipo de acciones.
El producto está forzado cuando la celebridad o el influencer “lo mete” en sus contenidos.
Desde este punto de vista, se hace imprescindible acudir a recursos como el Storytelling para poder integrar en la cotidianidad de ese personaje famoso el uso del producto en concreto.
El Brand Value Content es todo lo contrario, tiene un desarrollo totalmente coherente y una gran diferencia de naturalidad y de valor residual, y se puede aplicar a todo, se puede hacer con un influencer, en un video tutorial, en un programa de radio o en un films.
Indistintamente sea un tutorial o una historia real, la Brand Value Content está producido, pensado y es mucho más “valioso”
Un caso que lo explica todo
Interstellar, Hamilton y el reloj The Murph, quizás uno de los mejores casos de brand content de la historia.
Para los fanáticos de la alta relojería y el cine, el reloj “The Murph” de Hamilton, es considerado uno de los mejores relojes en la historia del cine. Este reloj único de Hamilton protagonizó “Interstellar” la película de 2014 dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Matthew McConaughey, donde los relojes Hamilton, desempeñan un papel fundamental en la trama.
En la película, el reloj Hamilton pertenece a Cooper, el personaje principal, y este le regala uno igual a su hija Murph (de ahí el nombre), ellos luego están conectados más allá del tiempo y gracias a esa comunicación puede salvar a la humanidad.
La película se basa en la relación de una historia de tiempo y Hamilton cocreó el guión.
El equipo de guionistas de la agencia especialista en product placement que hizo que Hamilton y el reloj del padre e hija se conectarán, en ese mítico film, más allá del campo cuántico a través del magnetismo de las agujas del reloj merecen Cannes, Oscar y varios premios más.
Hamilton sacó 5 años después del estreno de la película, una edición especial llamada THE MURPH en honor a este drástico éxito de product placement.