Este paso, necesario para que la Cámara de Representantes pueda votar sobre el acuerdo, se logró a pesar de la resistencia de algunos de los miembros más radicales del Partido Republicano. Han criticado el plan, considerando que no logra suficientes recortes en el gasto público.
"Quiero ser muy claro. Ningún republicano debería votar a favor de este acuerdo. Estamos trabajando arduamente para asegurarnos de que se detenga", dijo el legislador conservador Chip Roy, una de las voces que se pronunciaron en contra del pacto, durante una conferencia de prensa.
El Comité de Reglas de la Cámara acordó avanzar en el proceso legislativo con siete votos a favor y seis en contra.
De ser aprobado, el compromiso alcanzado durante el fin de semana entre el presidente estadounidense Joe Biden y el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, republicano, elevará el límite de la deuda para los próximos dos años, extendiéndose más allá de las próximas elecciones presidenciales.
A cambio, la Casa Blanca se compromete a reducir los niveles de gasto e introducir algunos requisitos para los programas de ayuda alimentaria y las familias vulnerables.
La aprobación del acuerdo por parte del Congreso es crucial para evitar que el país incurra en un impago de su deuda pública, después de alcanzar el límite de la deuda en enero, el límite legal de la cantidad de dinero que Estados Unidos puede pedir prestado para cumplir con sus obligaciones.
Los legisladores tienen hasta el 5 de junio para aprobar la medida en ambas cámaras, que es la fecha en la que el Departamento del Tesoro estima que el país agotará sus reservas.
El acuerdo ha enfrentado críticas tanto de algunos de los miembros más radicales del Partido Republicano, quienes han pedido su rechazo, como de algunos miembros progresistas del Partido Demócrata.
Sin embargo, cuenta con el apoyo de la cúpula de ambos partidos en ambas cámaras del Congreso.
Durante una conferencia de prensa el martes por la noche, varios republicanos de la Cámara expresaron su apoyo a la propuesta y manifestaron su confianza en que contarán con los votos necesarios para avanzar el miércoles.
"Había miembros esta mañana que estaban indecisos y tenían preguntas muy válidas. Recibieron la información y esta noche dijeron que votarán a favor. Creo que seguiremos viendo cómo crece el apoyo; eso es lo que sucede con toda legislación importante", dijo Steve Scalise, líder de la mayoría republicana en la Cámara.
Los conservadores también argumentaron que la propuesta es solo el comienzo de una ofensiva para limitar lo que perciben como un gasto excesivo por parte de la administración de Biden y los demócratas en Washington.
Los legisladores tienen hasta el 5 de junio para aprobar la medida en ambas cámaras, que es la fecha en la que el Departamento del Tesoro estima que el país agotará sus reservas.
Reacciones:
Los miembros del Caucus de la Libertad, que representan la facción más conservadora del Partido Republicano, llamaron a los medios de comunicación a unir fuerzas en contra de la legislación destinada a evitar un impago de la deuda soberana.
"No tenía idea de que habría un plan tan breve y nocivo como este. Votaré 'no' y exhorto a mis colegas a hacer lo mismo", agregó Andy Biggs, quien la semana pasada presentó un proyecto de ley que aboga por utilizar los fondos asignados pero no utilizados, como ayuda por COVID, para posponer la fecha del posible impago y continuar las negociaciones.
"Negociar no significa ignorar completamente lo que habíamos aprobado", criticó el congresista Ralph Norman.
La congresista Lauren Boebert coincidió en que la Cámara había hecho su trabajo y que ni el presidente Joe Biden ni el Senado controlado por los demócratas habían hecho lo suyo. "Si cada republicano votara según lo que prometió en su campaña, votarían en contra de este mal acuerdo mañana", argumentó.
(Con información de EFE y AFP)