La 4ta revolución está modificando principalmente la forma en que los seres humanos trabajan, se relacionan y viven impulsada principalmente por la robotización, automatización y su integración con sistemas ciberfísicos. Parece que estamos hablando del futuro pero son cambios que ya vemos día a día en nuestras vidas cotidianas.
La ingeniería genética y las neurotecnologías serán capaces, en pocos años, de cambiar radicalmente aspectos muy profundos de lo que conocemos hasta hoy como una vida normal.
La 4ta revolución no solo está reemplazando un recepcionista por un robot sino que llega a cambiar el modo de hacer negocios, la economía global a través de monedas digitales y hasta parece ir en busca de una política añeja y con niveles de burocracia no soportados por las nuevas generaciones.
Los sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones son la base de ésta revolución y fue Alemania el primer país en ponerla en su agenda política hace apenas 4 años. Si de números se habla, permitirá sumar U$S 14,2 billones a la economía del mundo apenas en 15 años.
El mayor miedo en el mundo pasa por el cambio que está generando en el empleo en el mundo. Muchos dicen que no habrá trabajo para la cantidad de personas que tendrá el mundo en los próximos años, y los más optimistas dicen que la revolución generará puestos que hasta el día de hoy no existen. Lo que es seguro es que afectará a la mayoría de las industrias del mundo y sufrirán cambios estructurales o hasta desaparecerán muchas de ellas.
Oficinistas, recepcionistas, asistentes, conductores de taxis, agentes de seguridad, mozos, cocineros de fast food y repositores de supermercados entre muchos otros oficios son los que están en vías de extinción muy cercana. Sin embargo la 4ta revolución también afecta a oficios y profesiones calificadas, como programadores, analistas financieros, músicos, abogados y periodistas. La ingeniería parece ser una de las carreas con más futuros junto a las derivadas del Marketing.
"Hay tres razones por las que las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una nueva: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas. La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia y está interfiriendo en casi todas las industrias", apunta el WEF.
Parece apuntar a la automatización total de la manufactura que se hace posible por el internet de la cosas y el cloud computing.
Los sistemas ciberfísicos, que combinan maquinaria física con procesos digitales, son capaces de tomar decisiones descentralizadas y de cooperar mediante el internet de las cosas.
Aunque parezca irreal, las empresas podrán crear redes inteligentes que podrán controlarse por sí solas a lo largo de toda la cadena de valor.
Para nuestra región existe un dato muy alentador y es que si bien los países más avanzados son los que llevan la bandera de la nueva revolución, según los expertos, serán las economías emergentes las que más puedan aprovecharla ya que son más permeables para innovar y adaptarse a los cambios.
El mayor riesgo de la 4ta revolución es que lleve a una profundización de la desigualdad en el reparto de los ingresos dado por barreras no tarifarias y normativas del comercio mundial, que se han exacerbado desde la crisis financiera de 2007. Este es, hoy por hoy, el mayor desafío que la cuarta revolución debe sortear si quiere convertirse en una nueva era de la humanidad.