Si bien no hay una fecha exacta de creación de la calle, se sabe que fue construida en la década de 1920 y fue renovada en la década de 1990 para devolverle su aspecto original y su encanto histórico. Hoy particularmente tiene un nuevo impacto por su toque bohemio.
Desde siempre la calle ha sido un destino popular para turistas y lugareños por igual, con numerosos restaurantes, cafeterías, tiendas y galerías de arte.
La Española Way es una calle peatonal de aproximadamente de 2 cuadras de longitud (alrededor de 300 metros), entre las avenidas Washington y Pennsylvania, tiene una serie de edificios de estilo mediterráneo y español que albergan una variedad de negocios como restaurantes, bares, cafeterías, galerías de arte, tiendas de souvenirs, boutiques de ropa, entre otros, es una mezcla de influencias de la arquitectura española, italiana y francesa. Los edificios de la calle presentan características típicas del estilo mediterráneo, como paredes blancas, techos de tejas rojas, arcos, balcones, patios y fuentes. También hay una variedad de detalles decorativos en los edificios, como azulejos pintados a mano, hierro forjado y cerámica.
Algunos de los restaurantes más populares son Tapas y Tintos, Havana 1957, Mercato della Pescheria, Oh! Mexico, entre otros. Además, también hay una serie de tiendas de ropa y accesorios como Soho Beach House, Il Bacio di Stile, C. Madeleine's, entre otros.
Este callejón en el corazón de la playa esconde un tesoro que mezcla historia artística y arquitectónica con entretenimiento y gastronomía de gran diversidad.
Si vienes a Miami, Española Way es un sitio que no puede faltar en tu visita.
Inicialmente se llamó The Spanish Village y se inspiró en algunos pueblos y ciudades de España y Francia, como Cannes, San Sebastián o Biarritz. La idea era tener un centro que agrupara a los artistas y atrajera al público en general por sus diseños modernos.
Poco después de su apertura se dieron cuenta que el lugar, además de acoger a los bohemios y los curiosos, era uno de los espacios preferidos por la alta sociedad miamense.
La historia de Española Way ha sido un sinfín de altas y bajas: un huracán dañó Miami Beach en 1926, la Gran Depresión hizo que muchos negocios quebraran, en los años 50 se convirtió en la capital mundial de la rumba, en los 60 sus espacios tuvieron menos notoriedad, pero en los 80… En los 80 Española Way parecía renacer.
Fue gracias a Linda Polansky, que compró varios edificios del lugar y los pintó del peculiar color melocotón que hoy los identifica. Se alinearon los astros y también llegó por allí Mel Bourne, escenógrafo de la exitosa Miami Vice, que utilizó sus calles en más de diez episodios de la serie. Aquello atrajo a más productores de cine —allí se filmó, por ejemplo, Chains of Gold protagonizada por John Travolta— y videos musicales.
Algunos de los lugares más emblemáticos de la Española Way
Hostería Romana: se ha caracterizado por traer a South Beach la cultura y tradiciones de su ciudad natal Centro Storico (Trastevere), Roma Italia. Ofrecen vinos y pastas, especializado en comidas romanas y judías, donde los camareros proporcionan el entretenimiento.
Havana 1957: también está presente en Española Way en forma de restaurante. Allí te sirven suculentos desayunos y sándwiches cubanos, además de programar noches de música y shows en vivo.
Esmé Miami Beach Hotel: repartido en varios edificios, presenta 145 habitaciones, un rooftop y cinco restaurantes para huéspedes y visitantes. Recupera esa idea de pueblecito y todos sus espacios serpentean conectados por pequeños corredores, patios y rincones, que te harán pensar que de pronto estás en el sur de España y no en Miami.
Mercato della Pescheria: este establecimiento es una experiencia gastronómica que combina la orgullosa herencia de un mercado de mariscos italiano con un excelente servicio y asientos estilo restaurante.
Oh México,desde 1997: ha traído auténtica comida mexicana con estilo a Miami Beach. Este divertido e informal restaurante y tequilería ofrece algo para que todos los miembros de la familia puedan disfrutar.
À la Folie: uno de los restaurantes más longevos, abierto por el parisino Olivier Corre, donde podrás disfrutar desde un café con su croissant hasta crêpes y clásicos de la cuisine française como la sopa de cebolla o los caracoles.