La combinación y drástico impacto de estos dos hechos en la sociedad, traen lógicas consecuencias en el mundo de los negocios, en la cultura organizacional y en la coordinación de equipos. En el Informe Global de Monitoreo de la Educación (GEM 2023) presentado este año por la UNESCO en Montevideo, Uruguay, se ha encendido una señal de alerta sobre el uso excesivo de la tecnología, especialmente de los celulares (también denominados móvil o mobile) y las computadoras, en el proceso educativo. A pesar de las ventajas innegables que las herramientas digitales pueden ofrecer en el aula, también existen riesgos que a menudo pasan desapercibidos y que afectan el aprendizaje de los estudiantes. Por esta razón, algunos países han optado por prohibir el uso de dispositivos móviles en las escuelas.
El impacto de la tecnología en la educación
El informe, que cuenta con 433 páginas de análisis y datos respaldados por investigaciones científicas, pone de manifiesto cómo el uso de smartphones y computadoras puede interrumpir la actividad de aprendizaje de los niños y jóvenes, no solo en las aulas, sino también en sus hogares. Según un reciente meta-análisis que abarcó a estudiantes desde el nivel preescolar hasta el universitario en 14 países, se encontraron efectos negativos en la relación entre el uso de teléfonos móviles y los resultados académicos, especialmente en el nivel universitario. Esta disminución se atribuyó principalmente a la creciente distracción y al tiempo dedicado a actividades no académicas durante las horas de estudio.
La distracción como principal obstáculo, el sesgo de creer que se resume, cuando en realidad se recorta
El informe también destaca que las notificaciones entrantes y la mera presencia de dispositivos móviles pueden ser distracciones significativas para los estudiantes, llevándolos a perder la concentración en la tarea en cuestión. Incluso cuando la distracción es de corta duración, se ha observado que les lleva hasta 20 minutos recuperar el enfoque en el contenido de estudio, interrumpiendo así su productividad.
Niños y jóvenes que no pueden ya prestar atención más de segundos, luego son los emprendedores, profesionales, empresarios, líderes de otros equipos que van formando una sociedad que no puede leer, tener paciencia, escuchar y que todo tiene que ser rápido. Esto ya ha generado que los adultos no puedan leer siquiera más de una carilla (hoja), sin sentir que es mucho. En la dinámica diaria, la paradoja es que nos saturamos de impactos, pero los interlocutores ya no pueden prestar atención a una natural presentación de 30 minutos, ni siquiera más de 10. Se ha naturalizado que una exposición tiene que tener impactos drásticos en segundos, shocks de pantallas, tips de como hacer algo en medio minuto. O sea una cultura de lo exageradamente breve. Lejos de ser un resumen, al inicio o al final de un desarrollo, es un “recorte” de todo capacidad y de todo conocimiento , sin tener el desarrollo del tema.
El resumen es la capacidad de abreviar el desarrollo, pero el desarrollo también debe estar.
Impacto negativo en el rendimiento
Además, el uso de celulares y computadoras en las aulas conduce a que los alumnos se involucren en actividades no relacionadas con la educación, lo que afecta su capacidad de retención y comprensión de la información. Esto se traduce en un impacto negativo en su rendimiento académico.
El impacto negativo también se extiende al uso de computadoras para tareas personales durante las clases, como la navegación en internet, lo que no solo afecta al estudiante que utiliza el dispositivo, sino también a sus compañeros que están expuestos a la pantalla.
Estas investigaciones se suman a los datos obtenidos de evaluaciones internacionales a gran escala, como el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), que también arrojaron resultados preocupantes y demostraron un mal vínculo entre el uso excesivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el rendimiento académico.
Para ilustrar este fenómeno, un análisis realizado con datos de PISA en 2018 de 79 países creó un índice de actividad en línea basado en diversas acciones, como enviar correos electrónicos, programar eventos, navegar por la web y chatear. Los resultados indicaron una asociación positiva entre el uso moderado de las TIC y los puntajes obtenidos en lectura, matemáticas y ciencias. Sin embargo, más allá de un umbral de un uso de “varias veces a la semana” -es decir un uso intensivo de las TIC- se observó una disminución en sus aptitudes académicas.
La prohibición como solución
Ante esta problemática, varios países han decidido tomar medidas drásticas, prohibiendo el uso de celulares en las escuelas. Estudios realizados en Bélgica, España y el Reino Unido han revelado que estas prohibiciones han tenido un impacto positivo en el rendimiento académico, especialmente en estudiantes con bajo desempeño.
Según datos recopilados a nivel mundial, el 13% de los países ya cuenta con leyes que prohíben el uso de dispositivos móviles en las instituciones educativas, mientras que el 14% ha establecido políticas con ese mismo fin. Estas restricciones son más comunes en regiones como Asia Central y del Sur, donde se han implementado normativas que restringen el uso de celulares en entornos educativos.
Adaptación y uso responsable
Si bien la prohibición de la tecnología en las escuelas puede ser una medida legítima en ciertos casos, también es importante considerar su integración adecuada en el proceso de aprendizaje. Las políticas deben ser claras en cuanto a lo que está permitido y lo que no, y deben basarse en evidencia sólida. Es esencial involucrar a todos los interesados en la educación en este proceso.
Los estudiantes también deben ser educados sobre los riesgos y oportunidades que vienen con la tecnología y desarrollar habilidades críticas para un uso responsable. En un mundo en constante evolución, es fundamental estar dispuestos a adaptarse y ajustarse a medida que las tecnologías cambian y evolucionan.
En resumen, el informe de la UNESCO resalta los desafíos que la tecnología plantea en el ámbito educativo y subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre su uso y los métodos tradicionales de enseñanza. La prohibición de celulares en las aulas es una medida que algunos países han adoptado como respuesta a estos desafíos, y su efectividad es un tema que continúa siendo objeto de estudio y debate en todo el mundo.