Hinton renunció a Google para poder advertir sobre los riesgos de la IA sin preocuparse por afectar a sus colegas, y afirmó que la compañía ha actuado de manera responsable en este sentido.
Musk, quien ha estado advirtiendo sobre los peligros potenciales de la IA durante años, firmó una carta pidiendo una pausa de 6 meses en el desarrollo de esta tecnología para entenderla mejor.
A pesar de esto, Musk también está involucrado en un proyecto de IA generativa, lo que ha generado algunas críticas.
Musk tiene antecedentes con ChatGPT. Fue cofundador de OpenAI junto a Sam Altman y otros líderes tecnológicos. Se alejó de la compañía en 2018 y se ha vuelto crítico con ella este año después de que OpenAI iniciara la actual moda de la IA generativa.
De ella ha dicho Musk que se ha convertido en "una empresa de código cerrado y máximo beneficio controlada efectivamente por Microsoft".
La relación de Elon Musk con la inteligencia artificial no es nueva. Hace unos ocho años, el magnate cofundó OpenAI, una empresa que ha ganado una gran popularidad en los últimos meses gracias a su tecnología GPT-4. Sin embargo, Musk decidió separarse de la compañía en 2018 tras perder una lucha de poder con su actual CEO, Sam Altman.
Esta decisión empresarial llegó después de que Musk, junto con otras figuras destacadas del mundo tecnológico, firmara una carta pública en la que se pedía una pausa en el desarrollo y entrenamiento de la inteligencia artificial generativa más avanzada. La carta instaba a todos los laboratorios de IA a detener inmediatamente durante al menos seis meses el entrenamiento de sistemas más potentes que GPT-4, advirtiendo que estos sistemas están llegando a competir con los humanos en tareas generales.
Recientemente, Alphabet lanzó su chatbot de IA, lo que ha generado preocupaciones entre algunos empleados de la compañía. Los representantes de Musk no han comentado sobre este tema.