Las celebraciones fueron variando con los siglos, siendo la Edad Media el período donde quedaría impregnado San Valentín como el amor cortés en donde se expresaba el sentimiento de afecto de una forma sincera, noble y con declaraciones poéticas románticas y las referencias al corazón y al dios romano Cupido. Años más adelante se incluyó la amistad como una propiedad de san Valentín, y desde la revolución industrial a mediados del siglo xx, la mercadotecnia del capitalismo creó numerosos productos relacionados con el día de san Valentín, más enfocado en la pareja, permitiendo que la fiesta llegue a lugares donde no se practica el cristianismo y donde ni siquiera están presentes las costumbres occidentales.
¿Cómo empezó?
Cuenta la leyenda que San Valentín casaba a soldados con sus prometidas en las mazmorras de las cárceles del imperio en los tiempos en que el cristianismo fue prohibido por Claudio II. Al enterarse de los votos matrimoniales que realizaba el santo, mandó capturarlo y traerlo frente a él para que se excusara; al parecer, Claudio no tenía más intención que solo reprenderlo y desterrarlo, pero por influencia de otros altos funcionarios mandó decapitar a Valentín. Los días que estuvo esperando en prisión para su ejecución vio que la hija del juez de la prisión era ciega, y oró pidiendo a Dios que la joven tuviera la dicha de poder ver, durante su traslado a la plaza pública para su ejecución. San Valentín le regaló un papelillo a la joven para que lo leyera. Ella, sin entender el motivo, ya que era ciega, abrió el papel y por primera vez logró ver y lo primero que vio era una frase que decía «Tu Valentín» como forma de despedida. Algunos historiadores que apoyan este relato como el único y verdadero aseguran que Valentín se llegó a enamorar de la joven, por lo cual su simbolismo como santo del amor fue mayor.
¿Qué está cambiando?
Actualmente vemos el día de San Valentín como una oportunidad para manifestar el amor, pero muy enfocado a la pareja… y tiene claro, muchas aristas que van desde el romanticismo extremo a la pasión, donde el erotismo y la sexualidad, juegan un papel preponderante.
También vemos películas, series, y publicidades que muestran el ideal de parejas de toda la vida y por otro lado también, el sufrimiento de los solteros en este día, que solo tienen un final feliz, si logran una pareja.
Hoy creo que es una oportunidad para cambiar la perspectiva. Personalmente el día de San Valentín nunca lo viví o sentí así, y creo que somos muchos más los que los que también estamos cambiando la manera de celebrarlo.
En otra época de mi vida no lo disfruté tanto, porque era soltera, y vivía la falta de pareja con presión social, por lo tanto este día tenía un impacto negativo en mi. Ahora en el presente, también soy soltera, pero ya no tengo presión social por la falta de pareja, al contrario, cuido mucho mi libertad y mi independencia, mis tiempos y mis espacios. Entiendo que no necesito tener una pareja para estar “completa”, y si aparece alguien interesante, podría querer estar con una persona, siempre que sea una relación positiva, amorosa y saludable.
Puedo comprarme flores
Aprendí que “la felicidad es una elección” que se manifiesta cuando decidimos rodearnos de personas que nos hacen bien. Que nos dan paz. Nadie es responsable de la felicidad de otro, pero las personas que nos rodean pueden causarnos una alegría o una tristeza. Entender este “San Valentín”, así, hoy es muy importante.
Esa es la primera gran lección. El amor con el otro parte del amor, primero, con uno mismo y de respetar “esa relación primera”.
En este San Valentín recibí muchísimos mensajes de mis amistades y mi familia, no me los esperaba, algo está cambiando en todos nosotros. Fue una bella sorpresa , y me he dado cuenta que elijo “relacionarme” con seres con los que puedo compartir y multiplicar mis alegrías, de una manera especial, y eso es lo que me hace feliz. Es un San Valentín “recargado”, diverso, inclusivo y mucho más cercano y real. Mucho más justo, más maduro emocionalmente y depende de nosotros, no del otro.
Ya no me mortifica no tener pareja, porque las tuve mientras fuimos felices, pero nos separamos cuando dejamos de serlo, y en ese momento es donde aprendí el verdadero significado del amor propio, de elegir la felicidad y de la importancia de ser mi mejor compañía.
Ahí también está San Valentín.
Quizás por ello sea tan exitoso el tema flowers de Miley Cyrus donde tan bien escribe que uno solo puede tener una relación muy especial y un gran amor, con uno mismo.
Para celebrar este día del amor y de la amistad, los invito a rever este San Valentín, como el día que celebra el amor cariñoso, el amor en las buenas relaciones. Primero con uno mismo, luego con todos, con tus amigos, con tus familiares, con tus compañeros. Vivir enamorados de la “relación”.
Este San Valentin que “Tu Cupido” sea con vos mismo, y con los que están alrededor tuyo. Te invito a que te trates y se traten como a sus mejores amigos, como tu pareja con todos, con todas. Ese es el amor más honesto y más “romántico”, porque a nuestros amigos los aceptamos y amamos tal cual son, con todo lo bueno y todo lo que no está tan bueno.
Soy de las que defienden que San Valentín tiene que tener ese encanto especial de la visión “romántica” , amable, del detalle, pero no solo con una pareja, sino primero con uno mismo y luego con los afectos, con los amigos, con tus mascotas, con la vida y sé que somos muchos que “sentimos lo mismo”.
FELIZ DIA DEL AMOR, FELIZ DIA DE SAN VALENTÍN.