Uno a uno, los ítems claramente repetidos desde la observación, la escucha, comunes en toda América:
1. Parálisis ante la necesidad basal de desarrollar íntegramente el mundo del branding: La falacia del olvido
Uno de los errores más comunes es subestimar el poder del branding. La falta de inversión y atención en este aspecto es un síntoma claro de la parálisis ante el miedo. Los líderes a menudo temen el riesgo asociado con la construcción de una marca sólida, y los recursos diversos de tiempo, staff, inversión, paciencia que hay que destinar de manera primaria, basal, a toda actividad, sin darse cuenta de que el olvido, o la falta de valoración y distinción, es lo más peligroso en el mundo empresarial actual.
2. Ceguera ante los medios: La falta de visión amplificada
El miedo a no entender completamente el panorama mediático lleva a una miopía estratégica. Hoy no sirve, ni solo hacer marketing digital, ni hacer algunas campañas multimediales. Lo que se necesita es “ser” fisidigital y tener una metodología crossing. Cada cosa “habla o calla”. Por eso todo básicamente debe ser un proceso cultural y comunicacional, incluso el tecnológico y productivo. La falta de visión amplificada impide a las empresas destacarse en un entorno saturado de información. Ignorar este aspecto es privarse de oportunidades claves para la exposición y la conexión con la audiencia. Todo debe ser integrado, brandeado, retroalimentado, planificado. Por eso es tan importante el área amplia de Head de cultura (Head of Culture) que tenga injerencia en cada parte de la empresa.
3. Estrategias sin estrategia: El error del planning desarticulado
Una empresa, es una agenda, con tareas específicas, como tiempos detallados, con objetivos sostenidos y evaluados, con mucha disciplina. La estrategia es tener anotado y diseñado, como cumplir de manera sobresaliente esa agenda e ir midiendo su desempeño. La estrategia es una forma singular de cumplir los objetivos. Muchas empresas caen en la trampa de ejecutar tácticas sin una estrategia clara detrás. La estrategia es algo muy fuerte, no es de corto plazo. El miedo a la complejidad estratégica conduce a un planning desarticulado, donde cada acción carece de un propósito cohesivo. La consecuencia es una falta de alineación que compromete el progreso a largo plazo. La estrategia es integral. Vender más o ganar mercado no es una estrategia, son objetivos de ella (que debe ser mucho más importante e integral).
4. El prisionero refugio digital: marketing digital sin, marketing estratégico, sin crossing, sin branding, es algo así como una droga.
El auge del marketing digital ha llevado a que algunas empresas se refugien exclusivamente en este ámbito, ignorando otras formas efectivas de conexión. La vida es física, es real. La tecnología debe y está para potenciar la experiencia física. Cualquier alteración de esta lógica, no tiene sentido. El miedo a lo desconocido impide explorar estrategias fuera de lo digital, limitando el impacto potencial en la audiencia.
Si quieres que alguien venga a tu local compre mucho y vuelva, haz un lugar con una hermosa fuente, lleno de flores, con una decoración que solo se vea como tu local, (no compres mobiliario corriente), pon un cartel divino ecológico, viste a tu equipo con tus colores y propósito, pon un perfume especial y único en tu salón de ventas, desarrolla un gran layout, entrena a tu equipo en neuroventas, pon pantallas y arte temático alegórico a tu producto y beneficio, crea un culto de la experiencia brandeada de tu marca, de tu misión y visión, genera un programa de fidelización, haz acciones reales de diversión para tus clientes y compártelas en las redes. Crea valor. Usa las relaciones públicas amplificadas a todo sistema fisidigital, no uses un influencer, invita a muchos tipos de influencers (guiona detalladamente sus amplificaciones y que usen tus productos y servicios, de manera emplazada, no literal, todo el tiempo, bajo contrato).
5. La carencia de cultura de marca: Un vacío empresarial
La cultura de marca es a menudo pasada por alto debido al temor a abordar aspectos intangibles. Sin embargo, la carencia de una cultura de marca sólida deja un vacío en la conexión emocional con empleados y clientes, afectando la lealtad y la cohesión interna. Cultivar una cultura de marca es la clave para construir una empresa fuerte y perdurable.
Por eso hoy el área de Head de Cultura, es casi el CO-ceo, y tiene a su cargo todo lo referido a competencias blandas, pero incluso toma la utilización de la tecnología, AI y de desarrollo.
En las siguientes notas te contaremos los otros 10 errores.
Dos artículos breves para conocer todo sobre el vital concepto de Head of Culture aquí:
¿Por qué en Latinoamérica el Head de cultura no es un rol principal? (parte II)