Si bien hace días, cuando salió la campaña llegó a una caída del 50% de venta, y pese a que Bud realizó en tiempo record una nueva contracampaña, con las recetas más clásicas del tradicional y típico estilo de spot de espíritu americano, la respuesta masiva de los consumidores, tanto en la Florida como en todo USA fue : “no te creemos, ya es muy tarde”-
La marca pretendía cambiar su público objetivo y llegar a los jóvenes de botellón, pero la decisión ha sido un completo desastre para la empresa y ha provocado una reacción furiosa entre sus clientes. A pesar de que muchas empresas se están posicionando en la actualidad de manera ideológica, algunos observadores del mercado consideran que insultar a los clientes en las promociones publicitarias con mensajes "woke" no es una estrategia eficaz. En cambio, las empresas se arriesgan a enfrentarse a campañas negativas, acosos y protestas si se posicionan en contra de los grupos ideológicos de presión. A pesar de esto, la independencia ideológica no es ya una opción que salga gratis. La campaña publicitaria de Bud Light ha sido considerada por muchos un completo desastre para la empresa y ha generado un boicot contra la marca.
La campaña publicitaria buscaba cambiar el público objetivo de Bud Light, que suele ser consumida predominantemente por jóvenes en busca de una borrachera rápida sin grandes pretensiones en cuanto al sabor y con un bajo presupuesto. Sin embargo, el anuncio protagonizado por Dylan Mulvaney, un activista trans que finge ser una adolescente, ha sido recibido con indignación por parte de muchos consumidores. La marca ha sido acusada de insultar a sus usuarios en sus promociones publicitarias, y muchos clientes han decidido boicotear la marca.
¿Qué pasó?
El cantante Kid Rock subió a las redes un video en el que aparece disparando contra cajas apiladas de Bud Light con un MP5, antes de girarse hacia la cámara y decir «que le jodan a Bud Light». El vídeo se ha visto más de 51 millones de veces solo en Twitter. Esto demuestra que la campaña publicitaria ha tenido un efecto negativo en la marca y en su reputación.
Pero lo que pocos dicen es que hubo miles de videos imitando a KID ROCK.
Además, miles y miles de respuestas en contra de la campaña tanto con el influencer, cómo con la nueva campaña, (la próxima semana te la mostramos), donde el público piensa que es una burla cambiar de un extremo a otro.
¿Qué dicen desde BUD, ahora?
La nueva vicepresidenta de la marca, Alissa Heinerscheid, ha comentado públicamente la decisión de incluir a Mulvaney en la última campaña publicitaria, atacando la reputación de la marca y la base de clientes principales por ser «frat boys» y permitir que los clientes beban mientras disfrutan del «humor de mal gusto». Este tipo de comentarios solo ha avivado la llama de la indignación y ha aumentado el boicot hacia la marca.
Es importante destacar que, en la actualidad, muchas empresas están siendo presionadas por grupos ideológicos de presión para posicionarse agresivamente en temas progresistas, en una aplicación estricta del «o estáis con nosotros o contra nosotros». Sin embargo, esto no significa que las marcas deban sacrificar su base de clientes y arriesgarse a una caída en la capitalización de mercado.
El gran aprendizaje:
Es importante que las marcas sean auténticas y se conecten con su público objetivo de una manera positiva y respetuosa. Las campañas publicitarias deben ser cuidadosamente planificadas y ejecutadas para evitar errores costosos como el que cometió Bud Light. Pero por sobre todo el gran aprendizaje es que la hipervelocidad de ciertas acciones normalmente solo son una muestra de la falta de solidez en estrategias sólidas.
Quizás el aprendizaje es que nada es tan rápido, ni nada es tan inflexible, la búsqueda de la coherencia es una estrategia que parece ser que los nuevos Chief of MKT han olvidado.
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