Miami está en constante transformación. Ahora, el centro está en desarrollo, con una inversión en el proyecto de US$ 840 millones que volverá a la Interestatal 395, que conecta Dolphin Expressway con MacArthur Causeway, en una construcción de dos pisos que permitirá agilizar el tráfico en Miami Beach. En medio de todo esto, el Downtown obtuvo 33 acres (13,3 hectáreas) de nuevo espacio para construir un enorme parque debajo de las carreteras.
Cuando en 2013 Meg Daly se rompió los dos brazos y comenzó a ir a rehabilitación en tren porque no podía conducir, descubrió algo inaudito: en el Gran Miami aún quedaba una enorme área por explotar, eso sí estaba ‘oculta’ bajo las vías del Metrorail. Imaginó entonces un espacio de recreación pública, un lugar por el que salir a correr o caminar y en el que reunirse para compartir inquietudes artísticas y humanas. Se asoció con el equipo multidisciplinar James Corner Field Operations (al frente del proyecto del Highline de Nueva York) y así nació The Underline, un sendero y parque urbano de casi 50 hectáreas, que transcurre bajo el trazado de las vías, a lo largo de unos 16 kilómetros.
Es la fundación Friends of The Underline la que se ocupa de la recuperación de este espacio urbano abandonado hasta 2021, cuando fue inaugurada la primera fase de este proyecto que comprende caminos para ciclistas y peatones, cruces peatonales, instalaciones recreativas y de ejercicio, áreas de reunión y jardines nativos con cientos de miles de plantas y árboles y mariposarios.
Brickell Backyard está previsto que sea en 2025 cuando estén terminadas las fases dos y tres del proyecto, que conectará el centro de Miami con Dadeland South Metrorail, en Kendall, al sur de la ciudad. Pero mientras tanto ya se puede disfrutar de la primera, que se extiende bajo el Brickell, desde el río Miami hasta Southwest 13th Street, lleva por nombre Brickell Backyard y se divide en cuatro zonas diferenciadas, pero perfectamente integradas: River Room, Gimnasio Urbano, Paseo y Oolite Room.
River Room cuenta con caminos separados para ciclistas y peatones, un paseo para perros con bebedero y bolsas de limpieza y un espacio verde polinizador con plantas, árboles y flores autóctonas que, además, sirve para mitigar las inundaciones por aguas pluviales.
El Gimnasio Urbano dispone de maquinaria para ejercitarse, una mini cancha de baloncesto (y fútbol) y una pista de atletismo.
El Paseo se divide en un Escenario de sonido, “ideal para la programación cultural y de salud y bienestar y para eventos comunitarios" y con la calle 8 como dinámico telón de fondo, tal y como describen en la web, y un comedor al aire libre, con una mesa de 15 metros en la que caben hasta 50 personas.
Por su parte, Oolite Room presume de cuatro jardines de mariposas, los primeros de un total de 20, enclavados en un cañón de piedra natural que alberga una larga lista de especies vegetales para atraer y alimentar a especies polinizadoras en peligro de extinción.
The Underline es también un destino de arte público local, nacional e internacional que pretende ser una galería al aire libre que sirva para involucrar y conectar al público con la comunidad creativa.
Algunas de las obras que pueden contemplarse ya son el mural The Allegory, de Edny Jean Joseph, que alude al mito de la Caverna de Platón utilizando la estética de ‘recorte’ de Matisse; Tesoros que desaparecen, una pintura creada en azul Tiffany por Jennifer Basile que se centra en las especies en peligro de extinción y en la desaparición de los arrecifes de coral; y Agua/Tablas, un par de mesas de ping pong de hormigón diseñadas por la artista Cara Despain.
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