La Inteligencia Artificial podría ser una de las tecnologías más influyentes que el mundo haya vivido desde la Revolución Industrial. Todos los profesionales coinciden en que cambiará positiva y materialmente la forma de relacionarnos con el mundo en el que vivimos. Va a mejorar no sólo cómo se hacen negocios, sino también la forma de trabajar y permitirá nuevos niveles de creatividad e ingenio.
La investigación de Accenture estima que la inteligencia artificial podría duplicar las tasas anuales de crecimiento económico de muchos países desarrollados para 2035, transformando el trabajo y fomentando una nueva relación entre las personas y las máquinas. El informe proyecta que las tecnologías de IA en los negocios aumentarán la productividad laboral en hasta un 40%.
Si bien es temprano, ya se observa el impacto de la inteligencia artificial, combinado con el Cloud Computing y otras tecnologías, está comenzando a cambiar la forma de hacer el trabajo tanto por personas como por computadoras. También está cambiando el modo en que las organizaciones interactúan con los consumidores, a veces de manera sorprendente.
Servicios Cloud de bajo costo, almacenamiento ilimitado cerca de bajo costo, nuevos algoritmos y otras innovaciones tecnológicas relacionadas permiten el crecimiento exponencial de la Inteligencia Artificial. Las soluciones cloud junto con los avances en las unidades de procesamiento gráfico (GPU) han proporcionado la potencia de computacional necesaria para este avance.
La Inteligencia Artificial no es sólo una tecnología, sino más bien una variedad de diferentes tipos de software que se pueden aplicar de muchas maneras para diferentes aplicaciones.
La otra pata clave es el gran aumento en la disponibilidad de datos ya que la Inteligencia Artificial no piensa por sí misma. Sus ideas son posibles cuando el software recibe información y cuanto más información obtiene, más información puede producir. Durante la última década, los datos crowdsourced, en particular, ha proliferado en Internet y medios de comunicación social. Las personas en sus vidas cotidianas cargan enormes cantidades de imágenes, vídeos, comentarios de medios sociales y diálogos de chat. Todo eso crea datos etiquetados que están disponibles para que las máquinas usen en lo que se llama aprendizaje automático.
Aunque muchos creen que la IA suplantará el trabajo humano es bueno pensar que permitirá que las personas hagan un trabajo más excepcional y valioso que el que pueda ser reemplazado por un robot.
Preparar la próxima generación. Reevaluar el tipo de conocimientos y habilidades requeridos para el futuro, y atender la necesidad de educación y capacitación es uno de los principales desafíos de gobiernos e instituciones para no encontrar en la inteligencia artificial un enemigo del trabajo humano.
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